Fragmentos de los paraísos que no hemos creado, imaginados o terrenales, jardines en los que nunca debimos entrar. Las Huellas y el Bosque, que se pierden juntos. Indicios de la vida que obstinadamente -como los recuerdos- brota una y otra vez, hasta quedar exhausta. Heridas abiertas del dolor de los otros animales que no cesa.